domingo, 10 de abril de 2016

(No) puedo

Es negro y tiene reflejos violáceos.
Como las ciruelas. Las berenjenas.
Los ojos de las niñas muertas
que se aparecen en algunas pesadillas.
Violáceo y, sobre todo, negro.


Es negro viscoso.
Parece una mancha de tinta
de un bote volcado en el suelo
en la escena de un asesinato
de novela negra de los años 50.
Parece también la vida que echan por la boca,
al final del todo,
los toros que son torturados
todavía
en las plazas públicas
para regocijo de muchos.
De los años 50 a la Edad Media,
idéntica viscosidad.


Tiene forma de pulmón.
O quizá adopte la forma del lugar en el que esté.
De eso no estoy segura.
Posee una llamativa silueta de paraguas abierto...
Entonces es un hígado.

Un hígado...sí,seguramente.


No huele a nada. Pero está frío.
Y es de noche. Tampoco suena.


Pero te dice, ¿qué te dice?

Me apuñaló una daga.
Entro por debajo de la clavícula derecha;
salió por la espalda.
Me cuesta respirar.
Me habrán apuñalado tantas veces ya...
y esta es la que más me duele.


Quisiera entender el dolor.


Quizá baste con sentirlo.

¿Podemos llenarnos del dolor que nos atraviesa
y bailar con él?
¿Cerrar los ojos y sentirlo adentro,
atravesar la nada?


Dicen que si te concentras en él,
desaparece.
Porque no existe.
Y si no existe...¿por qué lo siento?
Porque viene a decirte algo.













Se me ha partido un ala. (Ya) no puedo volar.







No hay comentarios: