domingo, 17 de octubre de 2010

TO WANT-TO HAVE GOT-TO NEED


Alien Sex Fiend- Ignore the machine DAP


Inevitable significa que no se puede parar. Inevitable significa que hay que dejarlo pasar.


Abandoné el Palacio de Ítaca, no el hilado ni la mortaja. Hilar es para mí ya expresión de lo que llevo dentro, parto necesario; la mortaja, tan imprevisible como segura. Y, a ratos, certera. Oí hoy en las noticias que una empresa australiana entierra vivas a personas estresadas como terapia de choque. Cuántos imbéciles más habrán de morir de infartos (o creer que están muriendo en cada "ataque de ansiedad") para darse cuenta de que algo en ellos, quizás incluso superior a su propio entender, busca destruirlos. Que se entierren vivos, se miren los intestinos y celebren que aún no son pasto de gusanos. Yo me entierro en esta rueca de palabras y respiro maravillada. Aún no soy pasto de gusanos.

Trato con Odiseo casi como si fuera vecino de rellano. Es sorprendentemente humano. Dubitativo, renegador. El otro día, de lejos, haciéndome un gesto de cabeza en la escalera me vino a decir que me echaba de menos, que no lograba olvidar mi mirada la tarde en que nos conocimos. Que no podía dormir y que, en algunos momentos, temía estar volviéndose loco. Yo también levanté ligeramente mi cabeza para corresponderle al saludo y, con ello, le dije que todo está bien así, que hacemos lo que podemos. Y cuando podemos. Es sólo una cuestión de tiempo.

No extraño la vida palaciega. Me gusta pedirle un kilo de arroz si lo necesita o darle una taza de azúcar si me la pide él. Y en este abrir y cerrar de puertas, levantar de felpudos y estampar de mirillas, descubrir que somos parte de la misma cosa. Descubrir que everybody wants what everybody´s got and everybody´s got what everybody needs...

Porque inevitable significa que no se puede parar.

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