Volvía en el coche de una entrevista de trabajo, que quizá comente en próximas entradas, si es que da para más, cuando en la radio sonó una canción. Aún no había leído el mail de confirmación de la crónica de esta muerte anunciada, que es sólo muerte de hoy. Pero la voz de Michael ya me vaticinaba que cada momento tiene su canción y que hay días que tienen sólo un momento. Y Mr.Stipe me habló. DAP (ver nomenclatura en blog ya extinguido):
Un sueño. Pero un sueño vivido. Y vívido (perdonen-me estas masturbaciones lingüísticas propias del oficio). Los sueños vividos nos enseñan de la trascendecia de lo que permanece, de lo que no está limitado al espacio o al tiempo. De lo que queda por encima de todo. A pesar de que por el camino...perdamos la religión.
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