martes, 21 de septiembre de 2010
Inevitable...
(Iván Ferreiro, Inevitable) DAP
- Te llegará, hijo, no te preocupes. Hasta lo que no queremos nos llega...
Su madre le garantizaba así que sería feliz. Palabra de madre. Él estaba convencido de que estamos condenados a ser felices pero, en ocasiones, tenía dudas. Tanto dudaba que llegaba a cuestionarse hasta su propia existencia. La vida no me ha tratado bien en los últimos tiempos, se queja. ¿No se ha dado cuenta de que es del todo inevitable que eso, también, permanezca?
Nadie le enseñó nada acerca de la impermanencia en el colegio, es posible que ni sea capaz de poder definir de manera medianamente aceptable el término. Sin embargo, hoy en clase, la profesora dibujó un eje cronológico en la pizarra y él vio allí una ola salada y ribeteada de rabiosa espuma blanca, avanzando sin tregua, al modo en que el Principito hacía sombreros de las siluetas paquidermas, para no perder el trato con los más descreídos. Lo que baja sube como lo que viene se va. Inevitable.
Está contento y aún no sabe por qué...
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