miércoles, 29 de junio de 2011

Diálogo de ELLOS (lo que desarraiga)

ÉL 
Voy perdidito y me he encontrado una princesa,
me he encontrado entre sus labios cuando besa,
besa, besa y besa...

Yo dejo al sol que entre por nuestra claraboya,
y ella deja a los ratones que ellos royan,
royan, royan y royan...
ELLA
El tiempo pasa despacito
cuando no te tengo a mi lado.
Necesito para estar sentado
un arbolito en este descampado.

ÉL
Arranqué un ramo de flores,
se lo regalé a mi amante.
Dijo que no las quería,
que estaban mejor antes.
Y ahora he vuelto a mis manías,
no quiero rehabilitarme.
Dijo que no me quería,
que estaba mejor antes.
 
 
ELLOS
Van tan deprisa nuestras almas que se arrollan,
que se encuentran cuando nuestros cuerpos follan,
follan, follan, y follan…

Son, nuestras almas son dos versos que se rozan,
nuestros cuerpos como dos cerdos que hozan
hozan, hozan, y hozan…
I
Y si me veo desorientado busco la puerta de salida;
condenado a estar toda la vida
preparando alguna despedida.
 
ÉL
Arranqué un ramo de flores,
se lo regalé a mi amante.
Dijo que no las quería,
que estaban mejor antes.
Y ahora he vuelto a mis manías,
no quiero rehabilitarme.
Dijo que no me quería,
que estaba mejor antes.
 
ELLA
Sé que al destino volveremos a engañar
porque no se acostumbre a nuestras rarezas,
porque nunca más nos vuelva a manejar…

Dar contra un muro para poderlo derribar,
que seguro nos depara una sorpresa,
si te atreves yo me atrevo a atravesar…

La vida vino dando volteretas,
los pies al suelo a mí no me sujetan…
Que soy viento y me embalo
y arranco las veletas…
 
 
ÉL
Arranqué un ramo de flores,
se lo regalé a mi amante.
Dijo que no las quería,
que estaban mejor antes.
Y ahora he vuelto a mis manías,
no quiero rehabilitarme.
Dijo que no me quería,
que estaba mejor antes.
 
 
ÉL
La puerta pinto de color de rosa,
del laberinto que hay en mi cabeza;
me pierdo si me deja, 
 me encuentro si me roza…
 
 
 
 

lunes, 27 de junio de 2011

Una de las tres joyas.

                                                                                  *                                          

- Qué pelo rubio tan largo y tan bien peinado ¡Parece una peluca! Aquí no le durará mucho, una lástima, pero a mí me pasó lo mismo.

 La mira con la distancia a la que obliga el desconocimiento y se siente mona babuína -de las del culo rojo, para quienes me quieran imaginar- observando a la nueva mona llegada a la jaula. No son celos, no es miedo, no es deseo de acercamiento y, sin embargo, es una mezcla de todo lo anterior.

 Será la noche quien las haga coincidir, cada una en una litera, ambas en la misma habitación comunitaria de las que vienen a trabajar, de las que saben que para poder recibir algo, algo hay que dar primero.
 Allí en la ventana, un gato negro, lastimero, reclama alguno de los méritos de la vida que esta vez le tocó vivir, de gato, y que en ese centro -ni con budismo ni sin él- nadie parece querer o poder atender. Será así, entre vidas de gato, que ellas empiecen a hablar y dejen  entonces de ser babuínas para metamorfosearse en dos encendidas cotorras. Podrían ser dos cotorras de cualquier país latinoamericano, es lo suyo, por ejemplo Brasil, dicen que allí son verdaderamente hermosas. Pero no, ellas van a ser ahora dos de las llamadas cotorras del Himalaya  (Psittacula himalayana) que habitan el sur de Asia, que para eso es un centro de budismo mahayana  lo que acaba de cruzar la delgada línea del destino. Son bien llamativas estas cotorronas y tanto es así que tienen que acabar mandándoles callar los nudillos de otras habitaciones, resonando en la inmensidad oscura del pasillo.
 Hablan tanto nuestras amigas que no necesitan más para darse cuenta de que comparten el mismo sentir y similar trayectoria de vida. Sufren de auténticos ataques de risa cada vez que una dice algo y la otra le responde con un anda-ya-eso-sí-que-no-me-lo-creo-en-algo-nos-tendremos-que-diferenciar. Tras una semana indagando, el juego ha empezado a ser el de "vamos a buscarnos la diferencias". No es tarea fácil pero, obviamente, encuentran diferencias que, como todo, haberlas haylas. Sin embargo, mentiría si os dijera que hoy, apenas transcurrida una semana, me acuerdo de alguna de ellas. Así que tendremos que dejar que sigan avanzando los capítulos, para los que tuvieran (o tuviesen) curiosidad.

 Agradezco a los Budas la aparición de Macarena, una gran mujer que deja de ser mujer para ser simplemente una gran sonrisa. Encontrarse con ella es como haberse encontrado una sonrisa gigante ahí olvidada en la calle, esperando a que venga el autobús. Sonrisa erguida, con dos brazos, dos piernas y una gran melena rubia, eso es Macarena. Sin dobleces ni medias tintas, con la traqnuilidad que te da conocer a aquellas personas que no sólo no niegan sus perturbaciones mentales sino que andan en la manera de batallar sin descanso contra ellas. Así da gusto. Con razón la Sangha es una de las tres joyas. Y en ésta, en particular, es un placer refugiarse.

* En el budismo existe un eje rector que le da estructura a toda la filosofía. Es llamada la Triple Gema y está compuesta por tres conceptos: Buddha, Dharma y Sangha (El que despertó, la enseñanza y la comunidad).La Triple Gema o Joya es donde todos los budistas buscan refugio, no en el sentido de protección, sino en el sentido de sabiduría.

domingo, 26 de junio de 2011

Diálogo de ELLOS (lo que no perece)


ELLA
Se hace largo el camino sin ti,
y al diablo, que ya no quiero seguir.
Y sin pedirle nada a cambio,
al diablo el alma le di.


ÉL
Si el sol dice que te desenamoras,
si dice que te olvide, vida mía,
maldigo cada día
y maldigo el correr de las horas.


ELLA
El diablo me visita, y cada noche
marchita este jardín con su anarquía,
y en mala compañía
me deja a mi conmigo a solas… a solas.

Regalé mi alma imperecedera

ÉL
¿para qué?

ELLA
para que nunca más me duela.

ÉL
¿Y ahora qué?

ELLA
Ahora coloco las aceras.
Ahi al fondo de la calle, jefe, queda un sitio.


ÉL
Se marchó, y no hubo despedidas.
Corazón, que anda buscándose la vida.
Me llevó al bloque de las dos salidas.
Dame la pasta, que entro yo, y tu espera fuera.


ÉL
Se ha roto otro peldaño
de la escalera.
Soledad y desengaño
son mi condena.
Después de tantos años,
carcelero, ¿cuánto queda?
Volved, que me hacen daño
los minutos de esta espera.


ELLA
Regalé mi alma imperecedera

ÉL
¿para qué?

ELLA
 para que nunca más me duela.

ÉL
¿Y ahora qué?

ELLA
Ahora coloco las aceras.
Ahi al fondo de la calle, jefe, queda un sitio.


ÉL
Pregúntale del tiempo,
y a ver si se acuerda de mi.
Pregúntale si es cierto
que nadie la ve sonreír.

Pregúntale que añora
y en qué piensa cuando llora.
Pregúntale si el tiempo
cambia o sigue lloviendo.





miércoles, 22 de junio de 2011

Practicando el Dharma: Hacienda somos todos.




 Hacienda me quiere crujir, es un hecho. Me reclaman la parte que les corresponde de un piso que compré y vendí en menos de tres años. Les huele a especulación. Si os cuento que fue mi primer intento de formar una familia, de hacer de mi primer novio el único, y de tener mi propio nido y os da la risa, está bien, fue especulación pura y dura. El caso es que aquella relación naufragó, el piso se vendió y Hacienda ahora,  me quiere crujir, es un hecho. Y estoy más cabreada que una mona, ése es el segundo hecho de la jornada. No tengo por menos que acordarme de Lola Flores. Han pasado por mi cabeza todo tipo de ideas en las cinco horas que han transcurrido desde que he abierto la carta certificada que a mi nombre ha llegado de parte de la Agenda Tributaria. Para empezar le he puesto una cifra a la amenaza: 18.000 €. Lo conocido siempre da menos miedo que lo desconocido, las cosas como son. Creo que considerando esta cifra me será mucho más fácil asumir lo que el funcionario de turno me diga el 4 de julio a las 11 de la mañana, momento en que la certificación epistolar me cita. ¿Y qué vas a hacer??? Me preguntaba, inquieta, una amiga. Hemos concluido que personarse es lo más adecuado. Así que ya sé que haré: Simplemente PERSONARME. Gran verbo. A partir de ahora, a la pregunta "¿Qué haras con lo de Hacienda?", responderé: "Personarme". Y lo daré por zanjado.
Cesadas las divagaciones morfosemánticas, me lié con la resolución del conflicto y os puedo asegurar que mi prolífica imaginación no ha parado. Con el 18 (mil) ya en proceso de fijación, he empezado a buscar soluciones. No sin antes empezar a fantasear sobre todos los caprichos que podían haber costeado y que nunca me dí. Me visualizo (verbo muy similar a "personarse" pero ya sólo con los ojos) en una playa en el Caribe con dos grandes pechos de silicona que se tuestan al sol y con un mulato autóctono en la hamaca de al lado que no llega a los 20 años y que quita el hipo...Salgo del sueño cuando mi cabeza se va al 20. Y me alivio recordando que no son 20 sino 18 (mil) en lo que yo he de pensar. Vuelvo entonces a las posibles soluciones y son varias. Que cada español ponga una peseta para pagar mi multa, aunque con que sea cada madrileño me vale. De ahí que me acordase de Lola Flores. Estaría bien, no es sólo que yo vaya a salir beneficiada materialmente sino que ese hecho nos hermanaría. Hoy ponéis todos una peseta por mí, mañana yo la pongo por vosotros. Quizá este simple gesto cambie el devenir de la Historia de la Humanidad. O no, porque pronto he pensado otras opciones. Me ha parecido genial la de solicitarles que se lo cobren en libertad, es decir, o bien intensivamente condenándome a X meses de prisión, o bien durante X horas a la semana en un plazo de tiempo indefinido hasta completar los 18 (mil). Estoy libre hasta el 1 de septiembre. Aprovéchense que hoy, estoy más Hacienda que nunca. Sin lugar a dudas, ésta es la idea que mejor encaja conmigo pero me da a mí que Hacienda no acepta trueques. Entonces no me queda más remedio que optar por el escapismo. ¿Y si me voy a Costa Rica y me llevo todo mi dinero? Allí no irán a buscarme y viviré todo el año en mangas de camisa, que para mí es el súmmum de la felicidad. Mi padre me ha dicho que no está mal pensado pero que, claro, no debo olvidar que en cuanto vuelva (un nuevo trabajo, el cobro de una herencia....) eso me estará esperando. Hacienda es más paciente que Confucio, no se cansa, tiene toda la vida. Tanto es así que incluso se podría esperar a la muerte de mis padres para resarcirse. No, esta opción no es buena. Además es la primera vez en casi 29 años que tengo que consigo un trabajo de verdad, que además empiezo en septiembre, luego fugarse ahora no tendría mucho sentido. He intentado seguir pensando (los ojos hacia el techo, ladeados, el dedo índice de la mano derecha en la quijada del mismo lado, las uñas ya completamente abandonadas a la suerte de mi instinto roedor y una onomatopeya oligofrénica que puedo reproducir como "turuuuu, turuuuuu" saliéndome de la boca), imposible. Busco y rebusco en lo laberíntico de mi seso y descubro, para mi sorpresa, que lo único que encuentro es un cabreo de tres pares de cojones y que se me han descompuesto las tripas. Qué sensible, chica, todo lo somatizas. Pues sí.

 Aliviada vuelvo a la batalla y entiendo que ésta es una preciosa (adejtivo budista por excelencia) oportunidad de poner en práctica los conocimientos del Dharma que hasta ahora tengo. El Dharma son las enseñanzas que Buda nos dejó, que se dividen en Sutra y en Tantra. Otro día os hablaré de estas cuestiones, sobre todo del léxico "budista", que a mí me interesa especialmente.

Y aquí me quedo. Voy a meditarlo un poco esta noche con la almohada y mañana espero poder encontrar el modo de practicar los caminos. El Dharma es como una medicina. Sólo con leer el prospecto no puedes curarte. necesitas tomar la pastilla cuando enfermas. Si esto es así, éste es el mejor momento posible para tomar mi dosis y comprobar sus efectos. Continuará...

He dejado pasar unos días para ver cómo el enfado toledano me recorría, o si se asomaba el temido miedo a la inseguridad económica. O si sentía ganas de defecar sobre toda la agencia tributaria, el cuerpo de funcionarios públicos y el puto sistema en el que me hallo inmersa sin haberlo decidido completamente yo. Sin embargo, ni rastro de nada de eso. Estoy tranquila. Respiro profundamente, exhalo imaginando que Haciendo es humo negro que desaparece disolviéndose en el ambiente e inhalo luz blanca, despacito, hasta sentir que todo mi cuerpo se ha hecho esa misma luz blanca. Quizá me concedan una prórroga, al fin y al cabo en estos cinco años no he tenido un trabajo fijo con el que solicitar un crédito hipotecario y es por eso que no reinvertí la ganancia obtenida. La esperanza es lo último que se suelta. Pero también pienso que es posible que no haya opociones y que se me cobre la parte correspondiente más la multa por los cinco años de retraso. Y en ese caso, me visualizo tranquila, pensando que el dinero servirá para hacer carreteras, pagar a la banda municipal o al maestro del extrarradio. Y no está mal porque algo de comunista le queda a este alma mía tan manida de tanto consumo. Quien no se consuela es porque no quiere. con este ejercicio experimento en mi propia cotidianidad cómo los problemas nunca están fuera sino que son tejidos por las mentes. Y yo puedo entrenar mi mente para que tenga mayor capacidad de concentración o para que problematice menos, como puedo trabajar la piel de naranja de los glúteos. Tan simple como lo cuento es.
NADA va a cambiar si yo el día 4 de julio 18 (mil) euros menos en la cuenta ahorro. NADA. Todo va a continuar como si tal cosa. De tardar en aceptarlo 1segundo o 2 años, depende sólo el sufrimiento que habré de padecer. Es decir que mi mente, y sólo mi mente, es la causante del sufrimiento que yo habré de experimentar. y si tengo que elegir, qué quieres que te diga, chica, elijo no sufrir.

No obstante, soy valiente. prometo volver a esta misma entrada el día que conozca la resolución del conflicto y narrar la segunda parte del entuerto.

martes, 21 de junio de 2011

Maitreya. El quinto.




Estábamos hechos mierda en aquella época. Richi y yo nos fuimos a peinar las penas al pequeño parquecito que se esparce  ante la Abadía de Westminster. Yo había comprado un pequeño libro de tarot para Penny y el escepticismo de Richi me echó, literalmente, las cartas, hasta que quedaron todas -en su pequeñez- perdidas en el raído césped londinense.
Adormecidos estábamos cuando me desperté la risa de unos niños. Era una risa cruel, de las que recaen en burla sobre otro:
Jesuschrist, he´s Jesuschrist

Yo abrí los ojos y contemplé la escena. Y me dolió algo dentro más que si me clavaran punzones en el pecho y el estómago juntos. Durante mucho tiempo he pensado qué sería eso que sentí. Me debatí entre si sería indignación o empatía pero ahora ya no me cabe duda. Eso es compasión. La compasión se siente ahí y así. Desde aquella tarde algo se me que´dó despierto dentro, se me activó el microchip de la búsqueda espiritual consciente. Me ha acompañado desde que era niña pero no la identificaba. Desde que vi los ojos de amor con que aquel hombre de barbas negras y ojos claros miraba a los niños que se burlaban de él y lo apedreaban, algo en mí despertó. O acaso yo desperté. Verano del año 2008, Westminster Abbey (London, the U.K)



Ya era otoño cuando me veo una mañana de sábado en lo que venía a llamarse una meditación de servicio. Acabo de deciros que se me había activado el mecanismo de búsqueda interior y no había oportunidad que dejara escapar. Esa mañana me vi sentada en torno a una mesa cedida en el restaurante desocupado de un popular vegetariano del centro de la ciudad. Apenas si seríamos cinco personas. Nos explicaron en qué consistía una meditación de servicio, no lo explicaré ahora por no ser el tema de reflexión, lo que sí os diré es que en un momento dado la señora que conducía el acto pronunció la palabra: Maitreya. Ésta fue la primera vez que yo le oí el nombre. Maitreya. Nos habló de los Maestros Ascendidos, de sus anteriores manifestaciones, del plan que para nosotros tiene. Racionalmente me parecía todo aquello una locura pero lo sentía tan dentro, que cuendo la señora dijo que Maitreya vive en Londres, donde nadie le conoce y sólo espera el momento de poder manifestarse, relacioné todo en la máquina de hacer cuentos que es mi cabecita.  Y con esto nos ponemos en un mes indeterminado de comienzos del año 2009,posiblemente.

No volví a tener contacto con esto durante un tiempo aunque a menudo venía a mi cabeza su nombre o los ojos que de él busqué en Google imágenes. Sí que seguí oyendo hablar sobre Maestros Ascendidos o Médicos del Cielo e incluso solicité sus energías en prácticas de Reiki . Pero nada más. Así que imaginaréis cuál sería mi sorpresa cuando a los pocos días de llegar al centro budista oigo de nuevo nombrar a Maitreya ¡Madrecita!¡Se me salía el corazón del pecho!¡Era él!¡Hablaban de él! He podido saber que es el Buda que va a venir, se le espera para tiempos muy degenerados. El quinto Buda. El Buda del Amor puro, de la Compasión. No podía creerlo. También le esperan los budistas...


continuará...

Buda Maitreya es la encarnación del amor afectivo de todos los Budas.

Sus manos están en el gesto de enseñar el Dharma, sosteniendo los tallos de dos lotos simbolizando su sabiduría omnisciente de los tres tiempos.

El loto a su derecha sostiene una Rueda del Dharma, simbolizando que él es el quinto Buda fundador del millar de Budas de este afortunado Eón (Buda Shakyamuni es el cuarto.)

La vasija a su izquierda está llena con los néctares que confieren vida. Está sentado en una postura que indica su disposición para levantarse en respuesta de las necesidades del mundo.

En la época de Buda Shakyamuni, se manifestó como un discípulo Bodhisatva.

lunes, 20 de junio de 2011

Tú eres importante


  Hasta ahora yo he vivido con la premisa "Yo soy lo más importante en mi vida, mi felicidad y mi libertad son lo más importante". Y partiendo de esta idea que opera en mis adentros desde tiempo sin principio, he venido funcionando. Ni uno solo de mis pensamientos ni de mis palabras ni de mis acciones nació desligado de ese egoísmo (egoísmo de "ego", no pensemos sólo en la niña que no comparte los juguetes con su nuevo hermanito, aunque también tenga mucho que ver). Por esto siempre he pensado que el ser humano es, que los seres humanos somos, mezquinos, que nos movemos por nuestro interés único, y que incluso si soy misionera en el Congo, es sólo porque eso me hace sentir bien a mí. Esto se me reveló en 3º o 4º de carrera, estudiando la Celestina y la catadura moral de sus personajes. Y yo sólo tuve que aceptar que esto era así, perdonarme cada vez que me sorprendo actuando para cubrir únicamente mis deseos y perdonar, del mismo modo, a todos los demás, que también lo hacen a veces. Asumiento entonces que vivo completamente esclavizada a MI ego y a MIS deseos, tanto más sencillo me resulta ahora continuar descubriendo el engranaje del sufrimiento.
Cuando yo dejo que mi vida sea guiada por motivaciones del ego, estoy dándole el control a la estimación propia, en palabras más sencillas, al YO y al MÍO, a la imagen que de mí je creado. Cuando hago esto, las perturbaciones mentales (pecados capitales para la Iglesia Católica, defectos de carácter para los grupos de Alcohólicos Anónimos) dominan mi vida. El nombre es lo de menos. Ahí está el odio que me lleva a desearle la muerte al del coche de detrás que tiene prisa por adelantarme cuando yo circulo al máximo permitido, ahí está el apego que hace desear suicidarme cuando mi novio me dice haber conociso a otro con la que es más feliz. Ahí los celos o la ignorancia, bien conocidos por todos. Nada nuevo a no ser que aún no haya entendido que cuando estoy rabioso, deprimido, celoso o ignorante, no estoy sino poseído por una mente, esto es, por un estado mental, y que en ninguno de los casos esa mente o posesión soy yo mismo.

Lo revolucionario es que hay un método para que esto cambie y lo voy a compartir con vosotros porque conmigo lo han compartido, porque Buda nos lo regaló hace más de 2500 años. No consiste en dejar de estimar, que gran capacidad tenemos para ello. Consiste simplemente en cambiar el objeto de estima. Si hasta ahora ese objeto ha sido YO y lo MÍO, ahora deberé entrenarme para que sea TÚ y lo TUYO. De este modo yo tengo que llegar a pensar todo el tiempo que tú eres importante, que tu felicidad y tu libertad son importantes. Y adoptar una mente de servicio en la sociedad en la que vivo. Así no sólo seré "útil" (servir para algo es lo más maravilloso que puede sucederles a personas, animales y objetos) sino que tendré una vida dotada de significado y gozaré de felicidad permanente.

Esto tiene una aplicación práctica. esta semana en mi vida.Hace unas semanas entró en contacto conmigo una empresa norteamericana, un matrimonio solicitaba mis clases de español, un curso intensivo de 48 horas en una semana. Me consolaba pensar en los 20€/h que me pagan por ello pero no parecía ser suficiente. Una voz en mi interior, ahora sé que es la de la estimación propia, me decía: No continúes con esto, tu felicidad es lo más importante y aquí estás perdiendo el tiempo. No necesitas ese dinero. Necesitas ser libre porque tu felicidad es lo más importante. Déjales tirados, no vayas, que busquen otrra tonta. Ahora que me detuve a escuchar esta voz que opera en mí pero que ni mucho menos soy yo sino mi egoísmo, sé por qué huí aquella mañana, sé por qué he huído tan tas veces. Poseída por una mente insatisfecha, ésa es la obligada condena.

Esta vez me planté. El Dharma llega a mi vida para revolucionarla y procedí a hacer el cambio propuesto por Buda. Simplemente tuve que desoir a la voz primera y repetirme: Ese matrimonio es importante, su felicidad es importante y también lo es su libertad. ¿Cómo puedo serles útil? ¿Puedo enseñarles español?¿Puedo darles lo mejor de mí?¡Sí! Y con esa actitud me dirigí a su casa. Y ahora, pasado el primer día, me postro ante el método aprendido. No es sólo porque sean dos personas encantadoras o porque tengan un bebé que es como una bendición, es sencillamente que son maravillosos, que me encanta dar clase, que las 8 horas vuelan, para ellos y para mí, que no tengo ni que preparar las lecciones porque me salen solas de adentro y que ninguno de los méritos es mío, me vienen dados. Así que los dedico, dedico los méritos alcanzados a Buda y te doy las gracias por ser importante.

domingo, 19 de junio de 2011

Espíritu ávido por la ley del karma

  Ya metida en la harina del Budismo de la tradición Kadampa, finalizadas mis dos semanas de voluntariado en el centro de Madrid, os puedo meter en su harina también a vosotros. Lo haré algunos días. O quizá sea éste el último, la mente humana es así de impermanente.

En cualquier caso hoy os hablo de la ley del karma en palabras del venerable Geshe Kelsang Gyatso (Geshe-la), según podemos leer en su libro Transforma tu vida (ed. Tharpa)



La ley del karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto que establece que nuestras acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias son sus efectos.
La ley del karma enseña por qué cada individuo posee una disposición mental, una apariencia física y unas experiencias únicas. Estas son los efectos de las incontables acciones que cada uno ha realizado en el pasado. Puesto que no hay dos personas que hayan realizado las mismas acciones en vidas pasadas, nadie puede tener los mismos estados mentales, experiencias y apariencia física que otro.
Cada ser posee su propio karma individual. Algunas personas disfrutan de buena salud y otras sufren enfermedades sin cesar. Unas tienen un físico atractivo y otras no. Algunas siempre están alegres y se conforman con poco, mientras que otras suelen estar de mal humor y nunca están satisfechas. Algunas personas entienden con facilidad el significado de las enseñanzas espirituales, pero otras las encuentran difíciles y oscuras.
La palabra karma significa ‘acción’ y se refiere principalmente a nuestras acciones físicas, verbales y mentales. Las acciones que efectuamos dejan huellas o impresiones en nuestra mente muy sutil que, con el tiempo, producen sus correspondientes resultados.
Nuestra mente es comparable a un campo de siembra, y las acciones que cometemos, a las semillas que en él se plantan. Las acciones virtuosas son las semillas de nuestra felicidad futura, y las perjudiciales, las de nuestro sufrimiento. Estas semillas permanecen ocultas en nuestra mente hasta que producen su efecto, cuando se reúnen las condiciones necesarias para su germinación. Además, desde que se realiza la acción original hasta que maduran sus consecuencias, pueden transcurrir varias vidas.
Como resultado de nuestras acciones o karma, renacemos en este mundo impuro y contaminado y tenemos problemas y dificultades sin cesar. Nuestras acciones son impuras porque nuestra mente está contaminada por el veneno interno del aferramiento propio. Esta es la razón principal por la que experimentamos sufrimiento.
Este es producido por nuestras propias acciones o karma y no es un castigo impuesto por nadie. Sufrimos porque hemos cometido numerosas acciones perjudiciales en vidas pasadas. El origen de estas malas acciones son nuestras propias perturbaciones mentales, como el odio, el apego y la ignorancia del aferramiento propio.
Cuando hayamos eliminado de nuestra mente el aferramiento propio y demás engaños, nuestras acciones serán puras. Como resultado de estas acciones, nuestras experiencias, nuestro mundo, cuerpo y disfrutes, y los seres que nos rodean, también serán puros. No quedará ni el menor rastro de sufrimiento, impureza ni dificultades. De esta manera, encontraremos la verdadera felicidad en nuestra mente.


Después de entender esto, he llegado a la conclusión de que en la última vida fui, o seré en la siguiente, un espíritu ávido. Sé que suena fatal pero se me ha aparecido en la mente así de pronto, como una revelación. Y me pregunto hora qué es un ser ávido y si urge, o no, trabajar aprisa para evitar su renacer...
La web de Budismo de la tradición Kadampa en la que recibo mi formación los define como seres que habitan en el reino de los espíritus hambrientos, el segundo más bajo de los seis reinos del samsara. Véase El camino gozoso de buena fortuna. Volveré sobre ello cuando lo haya leído.


Continuará. Entre tanto, disfruten de su karma hermanos

Diálogo de ELLOS (lo que se va)

ÉL  

Se le nota en la voz por dentro es de colores y le sobra el valor que le falta a mis noches.
         Y se juega la vida siempre en causas perdidas.
         Ojalá que me la encuentre allá entre tantas flores,
ojalá que se llame Amapola,
que me coja la mano
         Y me diga que sola no comprende la vida, no,
 y que me pida más, más, más, más, dame más
         Y que me pida…
         Es capaz de nadar en el mar más profundo,
igual que un superhéroe de salvar el mundo.
Donde rompen las olas, salva una caracola...
         Ojalá que me despierte y no busque razones.
Ojalá que empezara de cero
y poderle decir que he pasado  la vida sin saber que la espero,
sin que me pida más más más, más, dame más

Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida, sin salida
Que este bar está cansado ya de despedidas, de despedidas



         Como un extraterrestre se posa en el suelo
y me ofrece regalos que trae de otros cielos.
         Me regala una piedra, recuerdo de la tierra.
Me pregunta por qué el hombre inventó la guerra
         y en silencio pregunta otras cosas más serias.
         Yo me pongo palote solo con que me toque



ELLA
¿Donde vamos tan deprisa?,


ÉL
me pregunta su sonrisa.
 Si tú quieres tengo el plan: Contaminar...
        Salga que salga el sol por donde salga el sol, que no me da.
Y llegar…hasta tu corazón
        Salga que salga el sol por donde salga el sol.

Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida, sin salida.
Que este bar está cansado ya de despedidas, de despedidas.




ELLA
Si he tardado y no he venido es que habido un impedimento,
 me llevaron detenido para hacer un declaramiento.
He robado, he mentido y he matado también el tiempo.
Y he buscado en lo prohibido por tener buenos alimentos.
             Y es que la realidad que necesito se ha ido detrás de ese culito,
que delante de mí se paró por fin
un día con una noche oscura y esperando por ver si saliera la luna.


ÉL
 Déjate querer, Dímelo otra vez.


ELLA
Un día con una noche oscura y esperando por ver si saliera la luna



Ayyyyyyyyyyyy ayyyyyyyyyyyyyyy ayyyyyyyyyyyyyyyyy

Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida, sin salida
Que este bar, está cansado ya de despedidas, de despedidas.


ELLA

   Quedate muy cercá de mí y así los dos, dulce madrugada.
Mírame, vuelve a sonreir que si no,
yo no comprendo nada.

Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida
sin salida
Que este bar, está cansado ya de despedidas
de despedidas



sábado, 18 de junio de 2011

Posesión

- Al final volví a caer. Pobre Miguel, soy lo peor. Es que fui a una fiesta, tomé algo...no había bebido mucho pero...que me lié. Y hoy he quedado con el otro, con el motero. Madre de dios, es el amante perfecto. Todo lo hace bien, me ha dejado alucinada. Porque el mexicano de la semana pasada no me terminó de convencer. Quitarse el preservativo en mitad del acto...tía, eso no se hace, me cortó todo el rollo. Lo malo es que Miguel viene este fin de semana, vamos a la playa. Joder, soy lo peor, soy una cerda. Pero es que cómo no me voy a quedar al motero de amante, si es que es ideal, es perfecto, es un gigoló, te lo juro (...).

 La oye hablar, envuelta en su excitación. Ménade poseída. La escucha ya sin oirla, no quiere saber más. Finge entrar a una clase y fuerza la despedida.

 Se queda pensando, curiosa, en cómo otros se enfrentan a los límites. En los lugares de los que extraen su propio placer. En cómo se encaran las consecuencias de sus acciones. En su amiga sólo hay lugar para la excitación y el falocentrismo. Ménade poseída que se entrega a los instintos. En su amiga no se libra la batalla que ella tiene en su interior. En su amiga no hayu lucha. Quizá la haya, otras vidas, ya se sabe.
 Ella ya lleva tiempo luchando contra sus partes feas, contra todo lo que escapa a su control. Su ángel contra su demonio. Las voces budistas lo llaman las perturbaciones mentales. Todo lo que no es Amor....es perturbación mental, dice la maestra. Y así entiende ella que es. Y son perturbaciones mentales el egoísmo, la ignorancia, los celos, el apego, la infidelidad, las conductas autodestructivas. A sabiendas de que no es una guerra fácil de ganar, ella no ha nacido para retirarse: Todo lo que no es Amor es sólo perturbación mental. Florencio Sevilla también lo escribió en aquella servilleta conquense: Amor omnia vincit.


 Mira a su amiga, ya de lejos. A veces quisiera ser ella y que la lucha cesase. A veces quisiera disfrutar  fuera del recto y angosto camino de la moralidad, que es ancho y soleado. A veces quisiera simplemente entregarse y ser Ménde poseída. Pero no nació para pertenecer al séquito de Dionisos sino al de Atenea Promacos.


Todo aquél que no lucha contra sus perturbaciones mentales es porque está poseído por ellas.

jueves, 16 de junio de 2011

Dopamina (es como...)




- Es ud adicta a la dopamina. Hace "eso" porque le da gustito, porque le hace generar dopamina, neurotransmisor responsable de la felicidad. En su caso, ud la obtiene en grandes dosis cuando transgrede los límites, suyos y de los demás. Y la dopamina...es mucho más fuerte que la heroína.
- Claro. Claro.
- Claro no, oscuro. Oscuro lo tiene. Si no aprende a vivir dentro de los límites vivirá con la sensación de que ud no dirige su vida, sino que ésta va y viene descontroladamente.











Ese "oscuro" le ha caído como un jarro de agua fría pero lo que Esteban le ha dicho es justo lo que a ella le sucede. Es esa sensación frecuente de tener algo dentro que, sin ser ella misma, es aún más poderoso y toma las decisones importantes de su vida antes de que a ella le dé tiempo a reaccionar. Es la impulsividad, es la huída descontrolada. Se imagina cómo será la dopamina y decide que lo primero que hará al llegar a casa, en cuanto el campo de trabajo budista se lo permita, será enchufar el portátil y buscarla en Google Imágenes. También se pregunta por qué Esteban la despide hasta la próxima semana, forzando incluso su agenda para darle una cita que no le corresponde, sin recetarle antes un botecito con la dichosa dopamina. En otras vidas ya aprendió que no hay pastillas mágicas pero se le olvida con demasiada frecuencia. Y llora.También reza. Pero llora más. Llora en el coche mientras Robe o Leiva cantan y se pregunta cómo pudo meter sus cosas en bolsas de basura y salir corriendo del Paraíso. Y llora aterrada recordando ese "oscuro" grave recitado por Esteban en la consulta, aedo de funestos presagios.

Su cerebro demanda ahora el preciado neurotransmisor, debe de ser, y ella mira el móvil. Quiere escribirle, desea llamar a la puerta, ahora o de madrugada. Qué importa: Lo desea, lo desea, lo desea. Se impone la interpretación de Richard Gere (otro budista, se le imagina haciendo genuflexiones a las 6:45 am) en Pretty Woman, la última escena. El galán a la conquista final de la dama, conquista-reconciliación tras sonada ruptura. Gere trepando por la escalera de incendios del apartamento de la Roberts. Una rosa roja entre los dientes. La Roberts, bragas en mano, cae rendida. Beso largo de película y perdices (que me perdonen los veganos). Nuestra adicta a la dopamina lleva esperando que le interpreten esta escena desde que vio la película. Y nada, nunca pasa. A veces se baja del tren y mira en los alrededores de la estación. O al salir de trabajar, al ir al médico, al acabar la clase de Pilates. Pero nada. Un día debió de cansarse de esperar lo que nunca pasa, no recuerda muy bien cuándo, y tomó ella misma el rol de galán que ahora se muere por interpretar. Arrancaría una flor del jardín, tal vez una orquídea, se la  prendería entre los incisivos caninos superiores e inferiores y partiría, ya sí, en busca de su Vivian particular. Porque la Roberts en Pretty Woman se llamaba Vivian.
 Pero en ese instante de ensueño,apenas un atisbo de lucidez le hace comprender que a él no tuvo por qué marcarle tanto esa película. Y se intenta agarrar a eso, a esa chispita de cordura. Esteban le dijo que no se preocupe, que la tiene, y que es eso lo que hay que alimentar. Y ella le echa de comer como con mucho miedo, como a los monos del culo rojo del Safari Park cuando era pequeña, no estando muy segura de si es bueno o malo del todo.
 Superado este  nuevo episodio de síndroma de abstinencia, debiera entonces irse a dormir tranquila, segura de que lo que hace es lo correcto, de que está en la buena senda, de que el sano juicio es sólo un sencillo hábito  a aprender. debiera pensar que lo que está haciendo será beneficioso para todos porque, en primer lugar, será beneficioso para ella. Oh Buda ayúdame a alcanzar el estado de Iluminación para poder ayudar a todos los seres sintientes, diría en Budismo, pero es lo mismo. El mismo fondo, distintas formas.

Entonces no entiende por qué lo único que desea es marcar los nueve dígitos que, sin saber cómo, ha acabado memorizando y preguntarle si sabe dónde se administra la terapia sustitutiva para la deshabituación de lo que él le daba.






* 7am: Lo hizo, contactó. Envió el sms. Se dejó llevar de nuevo. No obtuvo respuesta. De nuevo. Reza porque llegue Olvido y lo barra todo. Reza por alcanzar la vacuidad. A veces...simplemente reza.




miércoles, 15 de junio de 2011

ua churugüei ua churuguá


Siniestro total- Bailaré sobre tu tumba DAP

Te mataré con mis zapatos de claqué
te asfixiaré con mi malla de ballet
te ahorcaré con mi smoking
y morirás mientras se ríe el disc-jockey.
Y bailaré sobre tu tumba
(ua churugüei ua churuguá)
Te degollaré con un disco afilado
de los Rolling Stones o de los Shadows
te tragarás la colección de cassettes
de las Shan-Gri-Las o de las Ronettes.
Y bailaré sobre tu tumba
(ua churuguéi ua churuguá)
Te clavaré mi guitarra
te aplastaré con mi piano
te degollaré con mis platillos
te trepanaré con mi órgano Hammond.
Y bailaré sobre tu tumba
(ua churugüei ua churuguá)

Un nuevo día se abre en el centro budista. ya des-ayunada y con la mente desbocada para cantar de nuevo...aquí te pillo, aquí temazo, Os dejo lo que en los últimos tiempos me viene rondando la cabeza con fuerza. Será porque empiezo a ver la muerte con una mente de gozo, será por mis deseos reprimidos de cantar...pero hoy...

BAILARÉ SOBRE TU TUMBAAAA
UA CHIRIGÜEI UA CHURUGUÁ

martes, 14 de junio de 2011

AYUNO (vivir loco, morir cuerdo)

Día 15, tal vez luna llena,día de los Preceptos. Es la toma de los ocho preceptos Mahayana, hora 6:30 a.m.
Se ayuna mañana y noche, hoy sólo comeremos una vez a las 14h. Eso debe ayudar a tener la mente alerta por el compromiso adquirido durante 24h de los ocho preceptos. Tengo tanto hambre que no sé si los recuerdo a pesar de que hace apenas menos de media hora que me comprometí a ellos.

No matar.
No robar.
No mantener relaciones sexuales.
No comer a horas indebidas.
No cantar ni bailar.
No usar perfumes ni rosarios ni ornamentos.
No tomar intoxicantes ni drogas.



El último no me viene a la cabeza. En su lugar, dos grandes tostadas con aceite y tomate ocupan el plato de mi meroria. Y un cuenco de cereales con leche y fruta fresca. Y zumos de los colores de la primavera.
Pero debo acoger con gozo el hambre y generar compasión por aquéllos que no sólo ayunan, por los obligados al ayuno continuo. no ya por los que abren la nevera y la encuentran vacía sino por los que nunca tendrán nevera.
«El sacrificio que Dios quiere es un corazón quebrantado; el corazón quebrantado y humillado, Dios no lo desprecia» (Sl 50,19).
De vuelta don Quijote a mi cabeza."Come, Sancho hijo, come tú que no eres caballero andante y que naciste para comer ”. Y de vuelta a la semejanza que hallo entre el camino del despertar espiritual y el que emprendió mi caballero de la triste figura. Vivir loco, morir cuerdo.

A mediodía sí que pude comer. Y vaya si lo hice. Eso me dio fuerzas para recordar el octavo precepto: No subirás a tronos. Habla del orgullo. Me gusta el modo críptico en que se expresa el Budismo. Lo hacen todas las religiones pero la que a mí me ocupa, quizá por ser de Oriente quizá por ser lejana, da forma  a sus cimientos morales en color azafrán y rezuma el olor de la albahaca y la salvia en las mañanas húmedas de las primaveras revoltosas.

Me he dado cuenta de que si hay algo que me cueste más que ayunar de alimento, eso es el ayuno de canto. Y con esta profunda reflexión me han dado casi las 22h y arrastro mi tirano cuerpo a la cuna y me refugio en el Buda Maitreya y en mi guía espiritual. Sea.

El síndrome de abstinencia

Él debía ya de estar bien, estaba segura. Segura de que entraría, saldría, se reiría y hablaría del tiempo con los vecinos. Segura de que haría planes más allá de la tarde que le ocupaba, de que ya estaría organizando el viaje de verano. Segura de que cada día se acordaría menos de ella. Esta seguridad, aunque os lo parezca, no era imaginada y ni siquiera intuida. Se basaba en la Ley del Deseo, que venía a decir que cuanto más deseamos algo, más se nos aleja. O, dicho de otro modo, que cuanto más se aleja de nosotros algo que en un momento nos fue cercano, más lo deseamos. Si así eran las cosas, estaba claro: Él tenía que estar olvidándola. Porque si las primeras semanas era él quien lloraba y ella quien dedicó las tardes a pasear descalza y sola por los parques y a leer respirando los rayos del sol, ahora era ella quien se desesperaba, así que estaba claro ¿no? Él tenía que estar olvidándola.



Se mordía las uñas y miraba el cartel de la estación de cercanías. Tren próximo destino...4 minutos. Se mordía las uñas que tanto hacía que no se mordía y miraba el móvil. Como el alcohólico que se postra ante una botella de Jack Daniels tras una década de limpia abstinencia: A ratos desesperada, firme a breves instantes en su propósito. No, no puede llamarle ni escribirle, lo ha prometido. Se lo ha prometido. Le sonríe al pronombre "se" que tanto cambia las cosas y que es el mismo pronombre que hoy le explicó a Pablo en clase. ¿Y ella para qué promete? Quiere ser débil y caer, abandonarse al placer de romper las normas. Desea tanto escucharle y decirle que le necesita, que quizá se equivocó, que quiere verle y tocarle y besarle, que le desea como una loca. Se le acelera la respiración cuando permite a los dedos posarse sobre las teclas del viejo teléfono móvil. Lo va a hacer. No le gustan las represiones, llevan al olvido.

El tren llega a la parada veloz y aparatoso. El aire que trae consigo le despeina las decisiones. Se muerde el labio inferior, se suena los mocos, se enjuga una lagrima. Guarda el móvil, sin mácula, en el bolsillo. Luego, más tarde, será otro día.
Y las puertas se cierran a sus espaldas.

domingo, 12 de junio de 2011

(34)


Segundo movimiento (lo de fuera) La Ley Innata. Extremoduro. DAP



Un nuevo día se abría en la montaña. La tormenta había pasado. El aire limpio lo llenaba todo. Había sido una noche divertida: los amigos, la guitarra, el olor a la carne perdiendo su rojez sanguínea a golpe de brasa.Miraba la luz desde su cama y sonreía sin mueca, como quien no se termina de permitir ser feliz. Pero ya era capaz de mirar la luz, de mirarle a la luz a los ojos, como si de una divinidad se tratase. De esto no era aún muy consciente pero pronto lo sería. La tormenta había pasado, era un hecho. Y él había sobrevivido resultando, incluso, bien parado.Se levantó de un salto de la cama y se sorprendió de la agilidad que había recuperado en los últimos meses. Y dirigió con dulzura la mirada a aquel niño que fue, que por las noches se agarraba las carnes de su tripa y deseaba, con mucha fuerza, que no quedase nada al día siguiente. Rosario de inocencias, sus rezos. Él ya no era un niño, era un hombre bien dispuesto, un adulto, un emprendedor con toda su barba. Era sólo que en los últimos meses se le había olvidado, algunas cosas no había salido según lo previsto, había perdido parte de su identidad, tal vez. Y que ella se había ido...Quería creer que, en el fondo, era sólo que ella se había ido, como si ésa fuera la pieza del puzzle que le habían arrancado. Pero, ¿qué puzzle se compone sólo de una pieza?...Quedó pensativo, y sonriente sin mueca, mientras le sonaba en la cabeza el segundo movimiento de la Ley Innata:Se me cae la casa desde que se marchó./Y ahora ya solo espero el derribo,/y es que perdí la pista del eje del salón,/Y estoy continuamente torcido.Y ahora sólo pienso en ella/y no encuentro razones/cuando su recuerdo se me clava entre las cejas,/sueño con melones encima de la mesa.Buscando mi destino,/viviendo en diferido/sin ser, ni oír, ni dar.Y a cobro revertido/quisiera hablar contigo,/y así sintonizar...Quería él también hablar con ella y miraba, como de lejos, el teléfono. Deseaba cogerlo y marcar su número aunque no fuera a hacerlo. Otras veces sólo miraba la pantalla y se concentraba en que fuera ella la que se hiciese notar, aunque tampoco fuera aconsejable del todo. Él necesitaba ser un hombre lógico, únicamente la lógica nos salva en determinadas situaciones y era por ello que él se le agarraba como si de una tabla se tratase, como había visto que ella hacía con toda la fantasía que había en su cabeza. Ambos sobrevivían. O aún más, allí encontraban el lugar en el que establecerse. Pero el fantasma de ella cada vez era más pequeño porque, poco a poco, él iba entendiendo que ella no era un fantasma, si acaso una flor en el campo. Una flor de primavera. Una amapola que le llenaba de luz el jardín. Y entendió también, mientras todos dormían, que hoy era su día. Abrió la ventana, se llenó los pulmones y se felicitó de vida.













(Amor, feliz, feliz en tu día. Hoy seré el soplido que apague las velas de tu tarta).

sábado, 11 de junio de 2011

¿Se puede saber qué esperas?


TURNEDO, Iván Ferreiro DAP


Desde aquí, desde mi casa
veo la playa vacía
ya lo estaba hace unos días
ahora está llena de lluvia
y tú ahí sigues sin paraguas
sin tu ropa, paseando
como una tarde de julio
pero con frío y tronando
¿se puede saber qué esperas?
¿que te mire y que te seque?
Que te vea y que me quede
tomando la luna juntos
la luna, tú y yo expectantes
a que pase algún cometa
o baje un platillo volante
y la playa llora y llora
y desde mi casa grito
que aunque pienso en abrazarte
que aunque pienso en ir contigo
el doctor me recomienda
que no me quite mi abrigo
que no esté ya más contigo
y yo no puedo negarme pues
el tipo soy yo mismo
estudié mientras dormías
y aún repaso las lecciones una a una
cada día
yo no puedo aconsejarte
ya es muy duro lo que llevo
dejemos que corra el aire
y digámonos adiós.

Aunque siga suspirando
por algo que no era cierto
me lo dicen en los bares
es algo que llevas dentro
que no dejas que te quieran
solo quieres que te abracen
y publicas que no tuve ni valor
para quedarme
yo rompí todas tu fotos
tu no dejas de llamarme
¿Quien no tiene valor para marcharse?
¿Quien no tiene valor para marcharse?
¿Quien no tiene el valor para marcharse?
¿Quien prefiere quedarse y aguantar?
¿Marcharse y aguantar?


Tocaré con mis nudillos tu puerta

Buenas noches



La luz se apagaba y ya todo era oscuridad. No se veía nada, absolutamente nada, aunque una forzara mucho los ojos. Abrirlos hasta que pareciera que se te salían o cerrarlos, era lo mismo. Descubrió que si los cerraba con mucha mucha fuerza, a veces parecían verse pequeñas lucecillas amarillas, como estrellitas en la mar, a la deriva...


- Buenas noches, fulanita
- Adiós buenas noches


¿Adiós???? ¿Cómo que adiós??? La angustia ya se le había asentado en el pecho y allí estaba, incompasible, dispuesta a instalarse en la bocade su estómago. Bendito epigastrio el suyo. El desasosiego le hacía entonces retorcerse sobre el colchón y la oscuridad empezaba a adquirir propiedades que la física aún no le había otorgado. Por eso le pesaba.


- ¿...Adiós...? Adiós, no...Si nos vamos a ver mañana. Si es sólo este rato de noche el que no vamos a hablar. Mañana nos despertamos ¿no? y es otra vez lo mismo...No nos vamos a morir. Tú estás en tu cama y yo en la mía pero en un rato sale el sol o encienden la luz y nos vemos...No hace falta decirse adiós.
- Vaaale. ¿Y qué quieres que te diga?
- Ay pues...hasta luego o hasta mañana. Que descanses, dulces sueños. Y ya está. Hasta luego o hasta mañana me gusta más. ¿Vale?
- Vaaale. Hasta mañana, pesada.


Se quedaba mucho más tranquila pero la duda de la incertidumbre ya había sido sembrada. Sin embargo, a veces las despedidas tienen que ser permanentes. A veces nos vamos para siempre.Ella se promete, ya de niña, que -en la medida de sus posibilidades- ella evitará despedirse de nadie. El adiós le duele. Y empieza a enseñarse el hasta mañana. Sólo tendrá, así, que padecer una despedida en toooda su vida que será, cómo no, la de la postrera sombra, en palabras de Quevedo. Será difícil ese adiós también, no va a negarlo, infinitamente difícil, pero será sólo uno en toda su vida. Además, vendrá justo antes de su última expiración, luego apenas tendrá tiempo de echar a nadie de menos. Lo dirá, cerrará los ojos y morirá en paz, como Dios manda. Se queda más tranquila y va quedándose dormida...




Si te vas. Material defectuoso. Extremoduro. DAP




Han pasado ya muchos años de aquello. La oscuridad dejó de ensombrecerle el pecho, se fija en la luz de la luna atravesando el cristal. Le consuela imaginar a sus vecinos, arriba y abajo, a izquierda y derecha, también en sus habitaciones y a oscuras, intentando conciliar el sueño. Pero hoy cuando Carlo le colgó el teléfono y se vio incapaz de dejarle marchar, se le ha vuelto a encoger la boca del estómago. Y de pronto se ha hecho muy muy pequeña y todo se ha quedado muy muy oscuro. Y quiere oirle decir que mañana se ven, no le importa ahora si ese "mañana" fueran dos años o tal vez un nunca. Pero que suene a "hasta mañana", el "adiós" le mata. Y se queda ahí, aterrada, con las mandíbulas desencajadas. Gritando en silencio como si Munch estuviera delante con la paleta en la mano. Y no hay consuelo.
Pero es un hecho que ha crecido, que se ha hecho mayor y sólo ella podrá enfrentarse a los monstruos que siguen debajo de su cama por muchas aceras que hayan sido llovidas.

Si te vas, mi dulce niña, adiós, Soraya, adiós.

viernes, 10 de junio de 2011

Vida de gato

 Esta mañana lo he visto claro cuando ha cruzado la vía como alma que lleva el diablo. Lo primero que quise hacer fue asustarme y achacar la visión a mi perturbada mente estival. Después, me hice carne, salí de la mente y se me ocurrió fantasear con que necesariamente tenía que ser una rata del tamaño de un Miura. Para cuando mis ojos lograron hacerse notarios de la escena, ya lo había visto claro.  Era un gato, un gatazo rayado y milagrosamente grande para andar deambulando a esas horas por las vías del tren, para ser callejero.
 Mirarlo y recordar, ha sido todo una. La plácida soledad, el lomo fibroso, la esencia del reptil enquistada en las entrañas. El lento pasear temprano, mortal de necesidad a la noche. El miedo a todo lo que, sin ser él, se mueve alrededor. Las horas lentas bajo los coches. El sabor de la comida de los cubos, que ya no se va en todo el día del acartonado hocico. Las burlas de los dueños de los acomodados perros. Las patadas a esquivar. Las piedras certeras que no se esquivaron.
Y he sentido cargar sobre mí todas las desdichas de la vida del gato. Y me han dolido como mías. Mientras su rabo se alejaba, vía arriba, en dirección contraria a la marcha del desgastado tren de cercanías.

Y me pregunto por los días en que no pude refugiarme de la lluvia o por aquéllos en que tuve que cerrar los ojos sin haber encontrado algo que calmara el hambre. Me pregunto por los pucheros que llené por liebre, por las carreras que me salvaron, acaso, alguna de las 7 vidas que se me atribuyen. Y qué de las fobias que en tantos desperté, de los malos sueños, de la mala suerte. El carácter huidizo. La escasa relación con los compañeros. El sigilo. La observación, distante y concentrada. El parentesco con Lucifer. El mal papel que nos reservó la historia occidental moderna, pasado el esplendor egipcio.
Y ya no me cabe ninguna duda porque acaba de pasar antes mis ojos. Yo, en otra vida, fui un gato callejero.

jueves, 9 de junio de 2011

Deber de deber (debido debiendo)

Lee Pablo del libro acerca de las formas no personales del verbo. Se aburre soberanamente. Yo no porque me ilusiono casi con cualquier cosa. Eres una señora de 50 añós, metido en el cuerpo de una de 25 y con la ilusión de una niña de 3, decía Jose. Es la definición más bella que alguien dio de mí (de mi ego, I mean). Es bella por lo certera. Fue Jose un chico torpemente enamorado de mí hace ya muchos años, clarividente también en sus afirmaciones. Atraemos, a veces, lo que somos.
El siguiente punto habla de las perífrasis verbales. Las hay de continui.dad, de inicio, de fin. Confundíamos en nuestras cabezas constantemente el deber de+infinitivo y el deber+infinitivo. Pues bien, os traigo iluminación magistral directamente de la antorcha de Prometeo: La primera indica duda y la segunda, obligación. Así, decimos deben de ser las cinco (pero no estamos seguros de que esta afirmación sea cierta. Luego dudamos) o deben traer una fotografía (obligación. Es un requisito que una fotografía sea traída).

 Y del mismo modo que sucede en el párrafo de sintaxis del tema 4 del libro de texto de lengua y literatura de 4º ESO de Pablo, así me debato yo en los últimos días entre el deber y la duda. Dudando de lo que debe o no hacerse y debiéndome a la duda, sin lugar a dudas. Sea.

miércoles, 8 de junio de 2011

La clariVIDENcia y el placer

 El psicólogo lo ha visto claro:
- Es ud clarividente. Su clarividencia...

Así que hoy le tocó a este nuevo término padecer mi TOC (transtorno). Él no dijo "una clarividente". Anteponiendo al adjetivo ese determinante artículo indeterminado, le hubiera dado -intencionadamente o no- un halo de para-normalidad. Pero no lo hizo. Por lo tanto vino a decirme lo que yo ya sabía (cómo no, siendo clarividente) pero que hasta ahora yo había bautizado con el nombre del don de Prometeo quien, a diferencia de su hermano Epimeteo, tenía la capacidad de ver las cosas (analizar pros, contras, causas y efectos) antes de que tuvieran lugar. También me he referido a ello a lo largo del tiempo que ha consciente que lo sé, esbozándolo en la metáfora de mi dualidad como doctor y enfermo, como psiquiatra y demente. Soy capaz de tumbarme a mí misma en el diván y psicoanalizarme como si fuera otra persona la que, en ese momento, llora, anhela, envidia, odia o se aprovecha de las circunstancias. Y es un yo lejano que no me duele, al que deseo ayudar y, sin embargo, las consecuencias de lo que hace recaen en mí misma, es decir, en mi yo clarividente (o yo sano/cuerdo/bueno, como a menudo, llevada por el pensamiento judeo-cristiano, lo he venido nombrando). Y tanto lío que me he traído estos años y era sólo que soy clarividente, esto es vida. ¿Cómo no me busqué antes un psicólogo?
No obstante, el buen señor decidió adelantarme la cita. Una semana en lugar de dos. Luego no debiera cantar victoria, quizá. Sólo dedicarme a pensar cómo colisiona mi clarividencia con el placer sin límites al que tiendo a entregarme.



- Pero ud es clarividente. Puede tomar siempre el camino que desee, de entre todos, y sabrá las consecuencias que tendrá (efectos o causas, diría un budista) Así que lo único que tiene que hacer entonces es aceptarlas (purificar mal karma, diría un budista).
Así las cosas, de nuevo me veo ante la infinitud de la vereda de la libertad que, conjugada con mis ansias quijotescas de echarme siempre al camino en busca de aventuras narrables, me produce...iba a decir un tremendo desasosiego pero el psicólogo también lo lo vio claro hoy (clarividencia la suya): PLACER, eso es PLACER.

A ud eso le da placer.

lunes, 6 de junio de 2011

A postrarse y otros colchones



Llevo todo el día con la palabra "genuflexión" en la cabeza. Es repetírmela interiormente y comienza a darme incluso la risa floja. Cuando esto me pasa, cuando esta repetición obsesivo-compulsiva me atrapa, tengo la buena costumbre de entrar en google imágenes y escribir el término que invade mi cabeza a ver qué me encuentro en la primera página de resultados. De los de hoy, me quedo con este caballo. Imponente. Esa cara debía de mostrar yo esta mañana a las 8,15, cumplidas mis primeras obligaciones espirituales.A menudo me pasa esto con otras palabras. Recuerdo casos llamativos como el de "fave de fuca", "oscilobatiente", "lanugo", "pernicioso"...Pueden ser sustantivos, adjetivos, verbos o adverbios. No hago ascos. La gran mayoría de las veces se las oigo a mi madre, ella las dice en un modo que parece darles vida, las llena de energía. Y yo me la imaginado barbada, cual Miguel Ángel ante su recién pulido Moisés, espetándole "¿Por qué no hablas?". Genuflexión ha aparecido en mi mente sin ayudas externas. Mi primera noche en el monasterio ha sido...espartana. Se me ha ocurrido decir que aquí también los colchones son budistas y se abstienen de carne y pescado hasta tal punto qu enunca llegaron a desarrollar masa muscular, así que son flaquitos flaquitos. Y casi etéreos. Vi dar todas las horas en mi reloj interno (que del de pulsera no gasto y el móvil por la noche duerme, que es lo que le toca), costado a un lado y costado a otro que más parecía yo un faquir que una voluntaria motivada. Cuando a las 6am sonó la alarma del teléfono yo ya llevaba despierta largo rato pero los músculos de mi cuerpo parecían no haberse enterado.
A las 6:45am estaba como un clavo ante la puerta de entrada de la capilla (que no recuerdo como se dice en idioma budista) y la primera media hora, antes de la Gema de no se qué -ya iré aprendiendo- se dedica a las postraciones. ¡Eso es!¡Postraciones! Acabo de mirar en el cartel  pero yo llevo todo el día genuflexión va, genuflexión viene. Las postraciones budistas son las más extrañas que yo jamás había visto. Me han impactado tanto que apenas si acierto a describir el modo de ejecutarlas, quizá me anime más adelante. Sólo os diré que cada 2segundos hay que haberse tirado al suelo con brazos y piernas completamente estirados y haberse vuelto a levantar mientras haces un gesto con las dos manos juntas en coronilla, boca y pecho, que significa mente, palabra y no me acuerdo de más. Francamente son demasiados datos y yo dejo a mi cerebro trabajar a su aire, que no soy jefa-tirana. Se me han hecho eternas las postraciones, cada vez que daba con la cara en la moqueta pensaba que esa vez ya mis hombros no me sostendrían. además la alergia a los ácaros me iba minando y las mucosidades se me querían salir del cuerpo por todos los orificios. Cuando por fin ha cesado la grabación del CD que nos hacía agacharnos una vez tras otra, estaba más sudada que al salir de clase de spinning. Y ya a a las 7,15 con los chakras purificados, el canal limpio, los méritos acumulados y los lípidos sobrantes de la cena combustionados. Aún quedaba 1h de meditación y oraciones por delante. Pero no pesaba, después de genuflexionada, la vida se ve mejor.

Benditas sean las rótulas de mis rodillas y el gimnasio roceño, curiosamente llamado Templo, que me viene trayendo en forma desde el último mes.

domingo, 5 de junio de 2011

viviendo el Dharma

5  de junio, empieza mi semana de voluntariado en el centro de Budismo kadampa de Madrid. Hace más de un año, casi dos, que me llamaba la práctica de esta experiencia. No ha sido nada fácil desde la adolescencia aceptar mi parte religiosa. Ha sido como estar en el armario de lo espiritual. No es sólo porque tener este tipo de inquietudes sea minoritario sino porque mi carácter rebelde y contestatario me impidió durante mucho años hacerme este regalo que hoy me hago. Y que tanto agradece mi alma, que tanto necesito. Supongo que no será una semana fácil pero voy a poner todo de mi parte. Me será ahora más sencillo regalaros cada día - si el cansancio y esta nueva vida monacal me dejan seguir teniendo tiempo de conectar el ordenador- el mejor de mis pensamientos, la mejor de mis acciones.
De hoy, me quedo con la aceptación forzosa de quienes me quieren. De quienes me quieren aun sin entenderme, que no hay amor más grande y puro. Es fácil querer a alguien que ve la vida como tú y que hace lo que tú harías. Pero respetar lo que se te escapa de las manos y aceptarlo por el simple hecho de que quieres al ser que lo hace...eso es un amor tan grande...

Dice Buda que todo lo que no es amor es perturbación mental y yo hoy sentí en mis carnes, en mi mente y en mi alma el amor de mi familia, de mi padre y de mi madre, el de mis amigos y el de Carlo ante este nuevo capítulo de mi vida. También sentí el de las personas que ya viven en este centro dándome la bienvenida.


Bendita sea cada gota de amor que los demás vierten en mí y benditos sean los frutos que de ese riego brotarán de mi ser para que yo pueda, si acaso, devolverlo en alguna de las partes.

MojarSE




Comí tarde ayer. Después quise ir a Canal a comprar unas pulseras para regalar.Hay una tienda por allí llamada Piedras Mística, regentada por chinos, donde hay de todo para la creación de collares, pulseras y pendientes. La raza china me hace sentir cómoda, hermanada, no crea tensión alguna en mí como hacen otras, aún no descubrí la razón aunque la intuyo y es tan miserable, que prefiero ni esbozarla hasta no estar completamente segura de ella. En esa tienda que os digo, una de las paredes está llena de bolsitas pequeñas de plástico, una al lado de otra, en filas que ocupan la pared de arriba abajo. Me entretuve largo tiempo buscando y buscando.Ya sabéis de mi gusto por el juego de seguir pesquisas para finalmente dar con la clave. Acabé encontrando lo que buscaba (o más bien adapté a mis deseos lo que había en esa pared) y emprendí el camino de regreso a casa. Mi intención era hacerlo andando, calculaba entre hora y media y dos horas de caminata. Un tiempo estupendo para dedicarlo a mis pensamientos. Me apetecía pensar en la conversación de la mañana con Carlo en el parque. A veces cuando Carlo te mira y le ves temblar el verde de los ojos, desearías meterte dentro de su pecho y no volver a salir jamás de allí. Pero sabes que eso a la larga no le haría ningún bien, que a los hombres hay que aprender a quererlos libres. Se me hace poco todo lo que tengo para darle porque merece diez veces más de los méritos que yo apenas lograré acumular en esta vida. Cuánto dolor me produce ver el sufrimiento. En mí, en quienes amo, en las personas cuyas manos nunca estrecharé. El sufrimiento es más contagioso que cualquiera de las bacterias que hoy asolan nuestros campos. Y hace más daño, precisamente, porque no causa la muerte. Le abrazo y le quiero decir sin palabras que sienta que todo está bien tal y como está, que la mano de la Vida nos va a llevar siempre a un lugar mejor si nos arranca de donde estamos. Que no hay nada que temer. Pero no acierto a decir nada sino a llenar de torpes palabras mi discurso que ya suena más a crecepelo feriante que a Amoy y Vida. También tengo que entender que mis conceptos de Amor y Vida pueden resultar incompatibles para el modo de vida que muchas personas desean para sí. A menudo entiendo que lo único que yo querría en esta vida es poner la mano sobre las personas que sufren y aminorar su dolor. Demasiado pretencioso, demasiado extravagante, me dirán. Y la televisión me animará a que es mejor que desee tener el cuerpo de Elle McPherson, la cara de Adriana Lima, los coche de CR9, las casas de la Duquesa de Alba y el genio empresarial de Amancio Ortega. Y yo me río del mundo en el que me ha tocado vivir donde la Verdad ha quedado convertida en locura y la locura en consumo obligatorio y elixir de éxito a tomar 3 veces al día cada 8horas.
En todo esto voy ocupando mis pensamientos mientras llego al metro de Canal de nuevo y, de ahí ,encamino mis pasos hacia el de Cuatro Caminos. Empieza a chispear y me regocijo de sentir las gotas livianas en mi cara, templadas, anunciando la llegada del verano pese a la inusual primavera que estamos teniendo este año. Para cuando estoy llegando a Nuevos Ministerios, la tromba de agua es tal que apenas somos un 5% los viandantes que hemos decidido continuar el camino como si nada hubiera cambiado; el resto, se refugian bajo el cobijo más cercano y miran hacia arriba impresionados como si el mismísimo Dios Padre fuera a bajar. Intento disfrutar el aguacero y llenarme del oxígeno de cada una de las gotas. Porque realmente me gusta que las nubes me calen, porque me reconforta el tacto de las gotas templadas de esta época del año, me pregunto por qué habría de perderme esa experiencia. Pero ya cae tanta agua cuando he cruzado la Castellana que tengo que empezar a beber toda la que caer por mi cara e ir escurriendo la contención que cada pocos minutos apenas mis cejas pueden resistir. Empiezo a temer por las sandalias que me vi obligada a comprar el día anterior cuando las otras se rompieron en Torrejón, como os conté. Su calidad no es realmente buena (la genialidad empresarial de Amancio Ortega tiene sus trucos) y la idea de imaginarme descalza en pleno diluvio me hace entrar en el metro de República argentina y dar por finalizado el proyecto de paseo sin haber alcanzado ni la mitad del objetivo inicial. Ya en el andén, esperando al tren, siento las ropas mojadas sobre la piel trémula y sonrío entre tanto olor a humedad.

Benditas sean las gotas de lluvia, que se dejan calentar por el sol a partir de la primavera y las retiradas a tiempo.

sábado, 4 de junio de 2011

"Inmunitario"

 Paseaba un día por el Burgocentro de la madrileña localidad de Las Rozas cuando vino a caer el periódico de la localidad en mis manos. Mi novio se dejaba cortar el pelo por un magrebí que, en plena crisis económica, se quejaba de trabajar sin descanso -cabeza va, cabeza viene- durante su jornada de más de 12h diarias. Vuelta al sistema feudal. Yo, fuera, sentada a la sombra en unas escaleras, descubro entre las páginas del diario un notición: Exposición itinerante por distintos municipios de la Comunidad de Madrid, financiada por la Universidad Alfonso X el Sabio y por Danone, acerca al pueblo el conocimiento del Sistema Inmunitario.Loado sea el Señor, que es ése uno de los sistemas del organismo que más me interesan. No sólo me interesa sino que me tiene intrigada. Son los Muros fisiológicos del cuerpo y para una, pensadora y a mucha honra, que se pierde la vida explorando las barreras psicológicas del individuo, es un descanso saber que existen, que están ahí, que no sólo las crean las mentes asustadas.

Sistema inmune. Inmunológico. Inmunitario. Mira que llevo meses dándole a esto vueltas sin hacer nada por salir de mis dudas, sin traer un poco de luz ilustrada a la cuestión. ¡RAE, te necesito!

INMUNE: No atacable por ciertas enfermedades. Ésta no puede ser, nuestro sistema sí que puede ser atacado. de hecholo es cada día en millones de casos en el mundo.
INMUNOLÓGICO: Relativo a la inmonología (estudio de la inmunidad biológica y sus aplicaciones). Esto se refiere más al estudio de la materia que a la materia en sí, que es a la que yo deseo adjetivar. vamos cerrando el círculo, por tanto.
INMUNITARIO: Relativo a la inmunidad (respuesta específica de un organismo a la acción de los antígenos) ¡Eureka!¡Ésta sí que sí! ¿Y qué me decís de "antígeno"? Parece el nombre de un general griego del período de Pericles. Pues es la sustancia que, introducida en un organismo animal, da lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de anticuerpos. Esto suena a vacuna, cierro la web de la RAE antes de contagiarme del todo del molesto virus de no poder parar de buscar. Y descanso.

"Sistema inmunitario", me quedo mucho más tranquila ahora que puedo referirme a él sin dejar un resquicio para la duda. Pues bien, mi sistema inmunitario demanda mi atención desde hace ya un par de años. Al principio fueron los virus, ahora las alergias. En ambos casos mi sistema es puesto a prueba.  No voy aquí a exponer las conclusiones a las que he llegado en estos dos años de autoobservación (???La RAE no me ha ayudado esta vez pero en google, aparece el término así que al menos si me equivoco, lo hago con otros 4570 tontos, que no veas lo que alivia). Lo que ahora me interesa es hablar de la exposición, que para eso fui a visitarla.

Llegué a Torrtejón de Ardoz, ya trabajé yo allí un verano en una caja de ahorros catalana así que conozco el pueblo, muy cerca de la base aérea militar. Además en los 4 veranos que han transcurrido desde que yo ingresaba allí cheques, he seguido yendo, religiosamente, cinco minutos cada dos meses, a que la vidente de la calle Dublín me lea el presente en su tarot a cambio de la voluntad. Me gusta porque nunca dice grandes cosas ni grandes mentiras. Se limita a decirte lo que acaba de pasar, lo que vas a emprender en unas semanas. No es nada que no sepas pero oírselo a ella le da otro empaque a las cosas, como si quedase convertida la señora en un cristal de nitidez.Tampoco este es mi tema así que encamino mis pies a la salida del portal de la calle Dublín del madrileño municipio de Torrejón de Ardoz, popularmente conocido por Torrebronx, no sé si por sus numerosos vecinos de raza negra o por lo conflictivo de sus calles. A la que giro la esquina, mis maravillosas sandalias marrones de tachuelinas doradas van a partirse por la sujeción que hay entre los dedos pulgar e índice (acabo de comprobar laimposibilidad de mimente para asociar los conceptos "índice" y pie, pero imagino que los dedos recibirán los mismos nombres que en la mano) y ahí quedo, descalza delpie izquierdo. sandalia enmano, recorrolo los 15 minutos que hay hasta el centro comercial más cercano, ante la atenta mirada de algunos transeúntes (niños y viejos en su mayoría, la curiosidad del que recién vino y del que se va a marchar) y bajo mi absoluta satisfacción. ¡Cómo me gusta andar descalza! De verdad que me cuesta encontrar un placer mayor, ustedes me entenderán. Solucionado el conflicto por el módico precio de 12,99€, caminé hasta el Paseo de la Estación y allí había instalada una carpita que se me antojó ridícula. A veces pienso que en mi imaginación las cosas son TAN grandes TAN bonitas y TAN espectaculares que no es raro que toda visión de la realidad me "decepcione". Sin embargo ya aprendí a que no sea así. Dejo que mi mente fabule y acepto la realidad tal y como es. Aunque empiezo a pensar quelas cosas no son como son, que no hay realidad per se sino que esmi mente la que traduce mi realidad así que como cada cual la suya. Por eso el hallazgo de un diamante no significará lo mismo a los ojos que a los de mi perro. Luego no es el diamante en sí el que es valioso sino mi código de valores el que lo hace. En fin, esto tampoco es el tema.
Para resumir, que tras entrar en la carpa y leerlo todo con un detenimiento pasmoso, me horrorizo de las iniciativas por acercar la cultura al pueblo, maldigo "lo divulgativo" y denuncio la exposición como una campaña encubierta de los Actimel, obsequi que te acompaña por lapuerta de salida junto con un vale descuento para tus próximas compras. Eso sí, sólo porque la visión el rótulo de la carpa con el adjetivo de gran tamaño "INMUNITARIO" le será de gran ayuda a mi memoria visual, mereció la pena.

Benditos seaN el Tarot de Marsella, las durezas plantares y los adjetivos.


viernes, 3 de junio de 2011

Midnight in the cinema (la incomprensión de mr Allen)


Ella Fitzgerald-Let's Do It (Let's Fall In Love)


No logro entender a Woody. Hace ya más de 10 años que tuve mi primer intento. Con algo así como la maldición del escorpión de jade. No me atrevería a afirmarlo tipográficamente y, sin embargo, intuyo que no yerro al dejarlo apuntado. Me dormí profundamente. Me he dormido en otras, no voy de remilgada, pero dormirse con Allen -para alguien a quien la (pseudo)intelectualidad puede resultarle interesante- es poco menos que un bochorno. No lo había vuelto a intentar hasta mi época londinense en que cayó en mis manos Match point en versión original, rodada, por cierto, en la misma ciudad. No me pude negar y bueno,parecía que el paréntesis de más de 5 años entre una y otra no había sido en balde.
Ayer estaba sembrada. Después de mucho tiempo esperándolo...había llegado por fin el día de ir, por primera vez en mi vida, sola al cine. Sí, dicho así, parezco la tía más estúpida de la Comunidad de Madrid, como si estuviera cogiendo impulso con cara de preocupación extrena ni más ni menos que para saltar un charco de 30 cm pero...me pregunto cuántos de ustedes fueron ya solos al cine. Es algo que no solemos hacer, no creo que nos estorbe especialmente la soledad sino más bien que los demás nos vean solos. Como si nos horrorizase despertar su compasión. Como si eso despertase compasión. De compras ya hace años que aprendí a ir, incluso ya me estrená viajando. Incluso alguna vez lo hice en conciertos de rock, tarea nada sencilla, pero daba la casualidad de que trabajaba en ellos y ya aprovechaba el viaje. En un restaurante me cuesta algo más y creo que a una discoteca no iría ni muerta. La discoteca es un lugar que me tensa tanto, que necesito hablar sin parar con quien tenga al lado. esto unido a mi incapacidad neurológica para bailar, me convierten en la peor de las compañías nocturnas posibles.
Pero ayer compré mi entrada, entré en la sala, ocupé la butaca y esperé a que llegaran las otras 3 parejas con las que compartí sala.

La película me entretuvo muy superficialmente y me resultó ridícula casi todo el tiempo (con más delito aún si os digo que hasta salen recreados Buñuel y Dalí, que son mi perdición) pero...fue maravilloso que pensar en qué pensarían los demás de mí no me convirtiera, anoche, en una malpensada.

Bendita sea la Cinesacard que rebaja la entrada a sus locales los jueves a mitad de precio y bendito sea el buey solo que, siendo buey y estando solo, bien se lame.

Cumpliendo con mi oficio: El despertar del cerezo

 Tras dos intentos fallidos para abrir un nuevo blog...
Si tu blog está inhabilitado, aparecerá en el escritorio, aunque no podrás hacer clic para acceder a él. En tal caso, se te concederá un período de gracia durante el cual podrás solicitar su revisión y posterior recuperación. La inhabilitación es el resultado del proceso llevado a cabo por nuestro sistema de clasificación automatizado, que ha identificado tu blog como no deseado. Debido al carácter automatizado de este sistema, se producirán necesariamente falsos positivos, si bien trabajamos constantemente para mejorar nuestros algoritmos y poder evitar esta circunstancia. Si tu blog no es del tipo no deseado, se trata entonces de un falso positivo, por lo que te pedimos disculpas.
Yo les disculpo y vuelvo ami querida demencia. Es un objetivo manifiesto el cambiar mi discurso y amasar con otra mano la literatura pero tampoco huyo de lo que vengo haciendo en los últimos meses. De aquellos barros, estos lodos. Que son algo, a fin de cuentas. Limpiaremos de escombros nuestro pasado, como dicen los anonymous en EEUU. Y seguiremos cumpliendo con nuestro oficio, digo yo.


Llamé  a la primera entrada de esos amagos de blog abortados, "El viaje íntimo de la lectura". Cada una de mis entradas, como ejercicio de pura práctica literaria, será el retratodel mejor momento del día, como apresar una pompa de jabón, como el florecer de un cerezo. Fueron los nombres que pensé, como disfraces renovados, antes de volver a la queridademencia de todos los meses. El viaje íntimo de la locura es el libro que a día de hoy me atrapa y que, en cierto modo, me ha devuelto el deseo de la cordura. Va por usted, maestro...




Me licencié en Filología Hispánica hace ya 6 años, parecen muchos cuando una aún no alcanzó los 30 y no son más que un soplido de esos que buscan enfriar sopas en los inviernos más hambrientos. Leí mucho en la universidad, leíamos sin tino. Cada semestre la tarea de mi abuela era la de ir a la cuesta de Moyano, lista en mano, a hozar entre montones de letras atadas y encuadernadas. Estoy segura de que se ofendería si viera que le he adjudicado el verbo "hozar" y me sonrío pensando que nada más lejos de la realidad porcina, la de mi abuela, que es una mujer valiente, dotada de una alegría inquebrantable que le arde permanentemente en el pecho como la llama del Sagrado Corazón. Un don, al fin y al cabo.

 Tanto hube de venir leyendo en la carrera que para cuando me licencié le había perdido el gusto. Y apenas hasta la fecha, 6 años después, sólo recuerdo un libro, una novela más bien, que me mantuvo hilada a sus páginas descuidando el resto de mis quehaceres diarios. Quizá otro día hable de ella. Me llegó en paquete postal a Londres. Un exquisito admirador. Soy mujer de pocos enamorados pero los que cayeron, fueron de una exquisitez admirable.

De lo que hoy os quiero hablar es de la novela que me encontré ayer. "El viaje íntimo de la locura", de Roberto Iniesta, líder por derecho de la banda de rock extremeña Extremoduro. No es sólo que hayan compuesto de un disco a otro la banda sonora de mi vida, es que lo lees y se te olvida quién es el autor. Y te da la risilla nerviosa, casi, de sorprender al Robe escribiendo como todo un señor novelista.
 Volvía ayer en el coche con la novela en el asiento del copiloto, inquietándome con su siniestra portada. Y al pasar por la rotonda de salida de la M40 que va a dar al parque Juan Carlos I, junto al IFEMA, no tuve por menos que desviarme del camino a casa marcado y tumbarme a leer al sol. Bendita desviación. El cuerpo sobre el césped, los pies apoyados en la caseta municipal de préstamo gratuito de bicicletas, el esmalte fuxia de las uñas tomando el sol y el libro sobre la cabeza, soltando sus letras unidas en palabras, unidas en frases, convertidas -finalmente- en texto. Y ya no estás en el parque sino en la casa de Severino asistiendo al extraño corrimiento de tierras que le están cambiando la rutinaria vida de notario solterón de pueblo hijo de notario y nieto de juez. Y te maravillas de recordar que la lectura fuera eso.

Así las cosas, bendita sea la lectura al sol y benditos los (buenos) escritores.