miércoles, 8 de junio de 2011

La clariVIDENcia y el placer

 El psicólogo lo ha visto claro:
- Es ud clarividente. Su clarividencia...

Así que hoy le tocó a este nuevo término padecer mi TOC (transtorno). Él no dijo "una clarividente". Anteponiendo al adjetivo ese determinante artículo indeterminado, le hubiera dado -intencionadamente o no- un halo de para-normalidad. Pero no lo hizo. Por lo tanto vino a decirme lo que yo ya sabía (cómo no, siendo clarividente) pero que hasta ahora yo había bautizado con el nombre del don de Prometeo quien, a diferencia de su hermano Epimeteo, tenía la capacidad de ver las cosas (analizar pros, contras, causas y efectos) antes de que tuvieran lugar. También me he referido a ello a lo largo del tiempo que ha consciente que lo sé, esbozándolo en la metáfora de mi dualidad como doctor y enfermo, como psiquiatra y demente. Soy capaz de tumbarme a mí misma en el diván y psicoanalizarme como si fuera otra persona la que, en ese momento, llora, anhela, envidia, odia o se aprovecha de las circunstancias. Y es un yo lejano que no me duele, al que deseo ayudar y, sin embargo, las consecuencias de lo que hace recaen en mí misma, es decir, en mi yo clarividente (o yo sano/cuerdo/bueno, como a menudo, llevada por el pensamiento judeo-cristiano, lo he venido nombrando). Y tanto lío que me he traído estos años y era sólo que soy clarividente, esto es vida. ¿Cómo no me busqué antes un psicólogo?
No obstante, el buen señor decidió adelantarme la cita. Una semana en lugar de dos. Luego no debiera cantar victoria, quizá. Sólo dedicarme a pensar cómo colisiona mi clarividencia con el placer sin límites al que tiendo a entregarme.



- Pero ud es clarividente. Puede tomar siempre el camino que desee, de entre todos, y sabrá las consecuencias que tendrá (efectos o causas, diría un budista) Así que lo único que tiene que hacer entonces es aceptarlas (purificar mal karma, diría un budista).
Así las cosas, de nuevo me veo ante la infinitud de la vereda de la libertad que, conjugada con mis ansias quijotescas de echarme siempre al camino en busca de aventuras narrables, me produce...iba a decir un tremendo desasosiego pero el psicólogo también lo lo vio claro hoy (clarividencia la suya): PLACER, eso es PLACER.

A ud eso le da placer.

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