lunes, 20 de junio de 2011

Tú eres importante


  Hasta ahora yo he vivido con la premisa "Yo soy lo más importante en mi vida, mi felicidad y mi libertad son lo más importante". Y partiendo de esta idea que opera en mis adentros desde tiempo sin principio, he venido funcionando. Ni uno solo de mis pensamientos ni de mis palabras ni de mis acciones nació desligado de ese egoísmo (egoísmo de "ego", no pensemos sólo en la niña que no comparte los juguetes con su nuevo hermanito, aunque también tenga mucho que ver). Por esto siempre he pensado que el ser humano es, que los seres humanos somos, mezquinos, que nos movemos por nuestro interés único, y que incluso si soy misionera en el Congo, es sólo porque eso me hace sentir bien a mí. Esto se me reveló en 3º o 4º de carrera, estudiando la Celestina y la catadura moral de sus personajes. Y yo sólo tuve que aceptar que esto era así, perdonarme cada vez que me sorprendo actuando para cubrir únicamente mis deseos y perdonar, del mismo modo, a todos los demás, que también lo hacen a veces. Asumiento entonces que vivo completamente esclavizada a MI ego y a MIS deseos, tanto más sencillo me resulta ahora continuar descubriendo el engranaje del sufrimiento.
Cuando yo dejo que mi vida sea guiada por motivaciones del ego, estoy dándole el control a la estimación propia, en palabras más sencillas, al YO y al MÍO, a la imagen que de mí je creado. Cuando hago esto, las perturbaciones mentales (pecados capitales para la Iglesia Católica, defectos de carácter para los grupos de Alcohólicos Anónimos) dominan mi vida. El nombre es lo de menos. Ahí está el odio que me lleva a desearle la muerte al del coche de detrás que tiene prisa por adelantarme cuando yo circulo al máximo permitido, ahí está el apego que hace desear suicidarme cuando mi novio me dice haber conociso a otro con la que es más feliz. Ahí los celos o la ignorancia, bien conocidos por todos. Nada nuevo a no ser que aún no haya entendido que cuando estoy rabioso, deprimido, celoso o ignorante, no estoy sino poseído por una mente, esto es, por un estado mental, y que en ninguno de los casos esa mente o posesión soy yo mismo.

Lo revolucionario es que hay un método para que esto cambie y lo voy a compartir con vosotros porque conmigo lo han compartido, porque Buda nos lo regaló hace más de 2500 años. No consiste en dejar de estimar, que gran capacidad tenemos para ello. Consiste simplemente en cambiar el objeto de estima. Si hasta ahora ese objeto ha sido YO y lo MÍO, ahora deberé entrenarme para que sea TÚ y lo TUYO. De este modo yo tengo que llegar a pensar todo el tiempo que tú eres importante, que tu felicidad y tu libertad son importantes. Y adoptar una mente de servicio en la sociedad en la que vivo. Así no sólo seré "útil" (servir para algo es lo más maravilloso que puede sucederles a personas, animales y objetos) sino que tendré una vida dotada de significado y gozaré de felicidad permanente.

Esto tiene una aplicación práctica. esta semana en mi vida.Hace unas semanas entró en contacto conmigo una empresa norteamericana, un matrimonio solicitaba mis clases de español, un curso intensivo de 48 horas en una semana. Me consolaba pensar en los 20€/h que me pagan por ello pero no parecía ser suficiente. Una voz en mi interior, ahora sé que es la de la estimación propia, me decía: No continúes con esto, tu felicidad es lo más importante y aquí estás perdiendo el tiempo. No necesitas ese dinero. Necesitas ser libre porque tu felicidad es lo más importante. Déjales tirados, no vayas, que busquen otrra tonta. Ahora que me detuve a escuchar esta voz que opera en mí pero que ni mucho menos soy yo sino mi egoísmo, sé por qué huí aquella mañana, sé por qué he huído tan tas veces. Poseída por una mente insatisfecha, ésa es la obligada condena.

Esta vez me planté. El Dharma llega a mi vida para revolucionarla y procedí a hacer el cambio propuesto por Buda. Simplemente tuve que desoir a la voz primera y repetirme: Ese matrimonio es importante, su felicidad es importante y también lo es su libertad. ¿Cómo puedo serles útil? ¿Puedo enseñarles español?¿Puedo darles lo mejor de mí?¡Sí! Y con esa actitud me dirigí a su casa. Y ahora, pasado el primer día, me postro ante el método aprendido. No es sólo porque sean dos personas encantadoras o porque tengan un bebé que es como una bendición, es sencillamente que son maravillosos, que me encanta dar clase, que las 8 horas vuelan, para ellos y para mí, que no tengo ni que preparar las lecciones porque me salen solas de adentro y que ninguno de los méritos es mío, me vienen dados. Así que los dedico, dedico los méritos alcanzados a Buda y te doy las gracias por ser importante.

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