lunes, 6 de junio de 2011

A postrarse y otros colchones



Llevo todo el día con la palabra "genuflexión" en la cabeza. Es repetírmela interiormente y comienza a darme incluso la risa floja. Cuando esto me pasa, cuando esta repetición obsesivo-compulsiva me atrapa, tengo la buena costumbre de entrar en google imágenes y escribir el término que invade mi cabeza a ver qué me encuentro en la primera página de resultados. De los de hoy, me quedo con este caballo. Imponente. Esa cara debía de mostrar yo esta mañana a las 8,15, cumplidas mis primeras obligaciones espirituales.A menudo me pasa esto con otras palabras. Recuerdo casos llamativos como el de "fave de fuca", "oscilobatiente", "lanugo", "pernicioso"...Pueden ser sustantivos, adjetivos, verbos o adverbios. No hago ascos. La gran mayoría de las veces se las oigo a mi madre, ella las dice en un modo que parece darles vida, las llena de energía. Y yo me la imaginado barbada, cual Miguel Ángel ante su recién pulido Moisés, espetándole "¿Por qué no hablas?". Genuflexión ha aparecido en mi mente sin ayudas externas. Mi primera noche en el monasterio ha sido...espartana. Se me ha ocurrido decir que aquí también los colchones son budistas y se abstienen de carne y pescado hasta tal punto qu enunca llegaron a desarrollar masa muscular, así que son flaquitos flaquitos. Y casi etéreos. Vi dar todas las horas en mi reloj interno (que del de pulsera no gasto y el móvil por la noche duerme, que es lo que le toca), costado a un lado y costado a otro que más parecía yo un faquir que una voluntaria motivada. Cuando a las 6am sonó la alarma del teléfono yo ya llevaba despierta largo rato pero los músculos de mi cuerpo parecían no haberse enterado.
A las 6:45am estaba como un clavo ante la puerta de entrada de la capilla (que no recuerdo como se dice en idioma budista) y la primera media hora, antes de la Gema de no se qué -ya iré aprendiendo- se dedica a las postraciones. ¡Eso es!¡Postraciones! Acabo de mirar en el cartel  pero yo llevo todo el día genuflexión va, genuflexión viene. Las postraciones budistas son las más extrañas que yo jamás había visto. Me han impactado tanto que apenas si acierto a describir el modo de ejecutarlas, quizá me anime más adelante. Sólo os diré que cada 2segundos hay que haberse tirado al suelo con brazos y piernas completamente estirados y haberse vuelto a levantar mientras haces un gesto con las dos manos juntas en coronilla, boca y pecho, que significa mente, palabra y no me acuerdo de más. Francamente son demasiados datos y yo dejo a mi cerebro trabajar a su aire, que no soy jefa-tirana. Se me han hecho eternas las postraciones, cada vez que daba con la cara en la moqueta pensaba que esa vez ya mis hombros no me sostendrían. además la alergia a los ácaros me iba minando y las mucosidades se me querían salir del cuerpo por todos los orificios. Cuando por fin ha cesado la grabación del CD que nos hacía agacharnos una vez tras otra, estaba más sudada que al salir de clase de spinning. Y ya a a las 7,15 con los chakras purificados, el canal limpio, los méritos acumulados y los lípidos sobrantes de la cena combustionados. Aún quedaba 1h de meditación y oraciones por delante. Pero no pesaba, después de genuflexionada, la vida se ve mejor.

Benditas sean las rótulas de mis rodillas y el gimnasio roceño, curiosamente llamado Templo, que me viene trayendo en forma desde el último mes.

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